“Tengo mucha grasa acumulada, deseo mejorar mi apariencia pero no quiero someterme a una cirugía”. Si este es tu caso, el láser lipólisis puede ayudarte a corregir el exceso de grasa pero sin traumatismos, sangrado ni tiempos prolongados de recuperación.
¿Cuál es el tiempo de recuperación frente a la liposucción tradicional?
¿Puedo tratar cualquier área de mi cuerpo?
¿Cualquier persona puede realizarla?
Aquí despejaremos estas dudas con el fin de que conozcas este método de lipoescultura sin cirugía como una forma práctica, segura y efectiva para reducir el exceso de grasa debido a la utilización de la tecnología láser, procedimiento que debe ser realizado por un cirujano plástico certificado.
En principio, es necesario entender que el láser lipólisis es un procedimiento de lipoescultura láser sin cirugía que emplea energía lumínica para disolver y eliminar la grasa no deseada en áreas específicas del cuerpo. En esta técnica se utiliza el láser Nd: YAG de 1064 nm a través de fibra óptica para penetrar localmente la zona y así convertir a la energía lumínica en energía calórica que luego es absorbida por los adipocitos. Estos se rompen y se produce una emulsión de grasa que se elimina del cuerpo de forma natural mediante el sistema linfático.
Debes saber que el láser lipólisis se puede utilizar en cualquier parte del cuerpo, como el abdomen, los muslos, las caderas, los brazos, la espalda, el mentón y el cuello, incluso, en aquellas zonas fibróticas y de difícil acceso. Es una técnica ideal de lipoescultura sin cirugía porque facilita la eliminación de grasas adaptándose a sus propias características físicas.
Es importante subrayar que, prácticamente, cualquier persona puede realizar este tipo de lipoescultura sin cirugía y que es ideal para quienes se encuentran cerca de su peso pero que tienen áreas de grasa localizada que no responden ni a la dieta, ni al ejercicio.
También ten en cuenta que el láser lipólisis y la liposucción tradicional son procedimientos muy diferentes, aunque ambos están diseñados para eliminar la grasa no deseada. Mientras que el láser lipólisis utiliza energía láser para disolver el tejido adiposo, la liposucción tradicional implica la aspiración mecánica de la grasa a través de cánulas.
Otra diferencia es la recuperación, con láser lipólisis es más rápida que con la liposucción tradicional. Las y los pacientes pueden experimentar algo de hinchazón y molestias, pero no deja hematomas y, por lo general, pueden regresar a sus actividades normales a partir de las 48 horas posteriores al procedimiento, además, conlleva un mínimo riesgo de sangrado porque no se lesionan los vasos capilares.
Los resultados finales con el láser lipólisis se pueden observar al mes del procedimiento.
En cuanto a los riesgos, como en cualquier otro procedimiento médico, puede presentarse infección, sensibilidad o cambios temporales en la pigmentación de la piel. Sin embargo, para minimizar estos riesgos deberás elegir un cirujano plástico certificado con amplia experiencia. El Dr. Aristides Arellano Huacuja, es una referencia en el área de medicina estética y puede asesorarte en todo lo relacionado a este tipo de procedimiento.
Finalmente, debes considerar otras valiosas ventajas que esta técnica de lipoescultura sin cirugía tiene, como el hecho de que la anestesia es local, no amerita ingreso hospitalario y la recuperación es más rápida y confortable para el o la paciente. Al estimular la producción de colágeno se genera un efecto tensor y de hidratación en la piel que constituye otro excelente beneficio que nos ofrece este procedimiento.
En la Clínica Dermatológica y Cirugía Estética de Puebla, puedes confiar para realizar cualquier tipo de procedimiento o técnica de medicina estética y reconstructiva. El Dr. Aristides Arellano Huacuja, cirujano plástico en Puebla, realiza diferentes procedimientos para moldear tu figura con cirugías de corta estancia. Para agendar una cita, llama a los teléfonos (222) 243 6505, (222) 243 7740, (222) 266 9168, o por el whatsapp: +(52) 2211690020.
Ballena jorobada en Bahía de Banderas entre los estados de Jalisco y Nayarit, México. Fotos por Emiliano Arroyo
por Elí Santos
Cada tercer domingo de febrero se celebra el Día Mundial de las Ballenas, cuya finalidad es concienciar a la población acerca del valor ecológico de estas especies para el planeta. Este día se creó en el año 1980 en Maui (Hawai), gracias a la iniciativa de Greg Kauffman, fundador de Pacific Whale Foundation, con la finalidad de generar conciencia acerca de la amenaza de extinción que afrontan las ballenas jorobadas.
Son considerados los mamíferos más grandes del planeta.
La densa capa de grasa que rodea su cuerpo les permite habitar en regiones frías y templadas.
Las ballenas utilizan un orificio en la parte superior de la cabeza para respirar, denominado espiráculo.
En lo concerniente a su anatomía, el cráneo ocupa un tercio de la longitud de su cuerpo, posee una aleta dorsal y dos aletas pectorales que le proporcionan movimiento y equilibrio, así como una cola en posición horizontal.
México es un país privilegiado. En sus mares es posible observar ocho de las 14 especies de ballenas que se han descrito en el planeta: la ballena azul, la ballena de aleta, la ballena de Bryde, la ballena Sei, la ballena minke, la ballena jorobada, la ballena gris y la ballena franca del Pacífico norte.
La observación de ballenas es una actividad de gran importancia económica para los estados con avistamiento de ballenas. México fue uno de los primeros en regular la observación turística de ballenas, y junto con otros cetáceos, están incluidas en la NOM-131-SEMARNAT-2010, que establece los lineamientos y especificaciones para su observación responsable.
Fechas y lugares para ver ballenas en México
La actividad de observación de ballenas se podrá llevar a cabo en zonas restringidas de ocho Estados, del 15 de diciembre de 2023 hasta mediados de mayo de 2024, dependiendo de cada sitio. En esta temporada, las rutas de migración de las ballenas permiten su observación en los Estados de Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Jalisco, Sinaloa, Sonora, Oaxaca y Guerrero, según un aviso del Diario Oficial de la Federación (DOF).
Baja California. En la bahía de Todos Santos, Bahía de Salsipuedes y en la parte sur de Punta Banda, del 15 de diciembre al 15 de mayo.
Baja California Sur. En la reserva de la biosfera el Vizcaíno y en el área de protección de flora y fauna de Cabo San Lucas del 15 de diciembre al 30 de abril. Además, en los puertos Cancún, Adolfo López Mateos, San Carlos, Magdalena, Chale y el Parque Nacional Bahía de Loreto, del 1 de enero al 30 de abril de 2024.
Nayarit. En bahía de Banderas, Compostela y San Blas-Isla Isabel, del 8 de diciembre al 23 de marzo.
Jalisco. En Bahía de Banderas y Bahía de Tenacatita, del 8 de diciembre al 23 de marzo.
Sinaloa. En la zona de Mazatlán-Teacapan del 8 de diciembre al 31 de marzo.
Sonora. En la zona de Puerto Peñasco del 1 de enero al 30 de abril de 2024.
Oaxaca. En las zonas de Puerto Ángel-Mazunte, Puerto Escondido y el Parque Nacional Huatulco, del 15 de diciembre al 21 de marzo.
Guerrero. En playa La Majahua, Ixtapa-Zihuatanejo, Barra de Potosí, La Barrita, bahías de Papanoa, Puerto Vicente Guerrero y en la zona del municipio de Acapulco de Juárez, del 15 de diciembre al 20 de marzo.
En la Ciudad de México, uno de los lugares más emblemáticos de la alcaldía Benito Juárez se trata del Parque Hundido. Esta área verde se convirtió en uno de los parques más relevantes de la capital del país, así como de los habitantes de la Colonia del Valle y de Insurgentes sur, pues se volvió un referente de aquella zona de la CDMX.
Aunque en un inicio no era conocido de tal forma, y tampoco se tenía previsto el diseño arquitectónico que tiene actualmente, el surgimiento del Parque Hundido tiene una historia que se remonta a inicios del siglo XIX cuando las condiciones topográficas del lugar dieron origen a este lugar.
En el año 1608, esa tierra era propiedad de Tomás de Nápoles, un ejidatario que se dedicaba a la agricultura y cuidaba de su rancho que abarcaba las mismas hectáreas en las que se encuentra el Parque Hundido. Con el paso de los años, el apellido del ejidatario fue referente para el nombre de la colonia cercana al parque.
Sin embargo, para principios del siglo XIX sus tierras dejaron de ser ocupadas y las empresas ladrilleras se las adueñaron.
Con el crecimiento de la población en las zonas como en Mixcoac y San Ángel, el uso de este suelo cambió y las empresas privadas se apropiaron de las tierras para la extracción de arcilla y fabricar ladrillos.
Fue la Compañía Ladrillera Nochebuena quien empezó a utilizar este terreno para la fabricación de ladrillos, así que para obtener la materia prima tenía que realizar profundas excavaciones en la tierra. Con el transcurso de los años, el terreno se fue hundiendo, por lo que quedó desnivelado del resto de la zona.
Alrededor de 1917, cuando terminó la Revolución Mexicana, los habitantes de la zona pidieron que se arreglara el hundimiento y sembraron árboles, los cuales fueron creciendo y le dieron un aspecto de bosque.
Así nació el Bosque de la Nochebuena, nombre de la colonia. Para 1930 el parque fue pavimentado y ampliado por la construcción de la avenida de los Insurgentes, así que recibió mayor inversión. Se le nombró como Parque Luis G. Urbina, pero más tarde sería nombrado como Parque Hundido.
Para 1972 se colocaron algunas piezas arquitectónicas de imitaciones de piezas arqueológicas. Fueron distribuidas por diferentes zonas del parque. Además se idearon seis rutas para que los visitantes del parque pudieran explorar en su totalidad la obra arquitectónica que dejó —sin querer— una fábrica de ladrillos.
El parque cuenta, entre otras cosas, con un reloj floral, que es el más grande de México, un museo al aire libre y una área de juegos infantiles. Tiene una extensión aproximada de 100 mil metros cuadrados.
Guadalajara, Jalisco.- En una emotiva ceremonia, el “Chicharito” fue presentado este sábado como nuevo jugador de Chivas para el torneo de México Clausura 2024, el retorno de este gran jugador representa un momento memorable para el club y «el ciclo perfecto», según el presidente del Rebaño, Amaury Vergara, ya que la experiencia adquirida durante su exitosa trayectoria y el liderazgo que le caracterizan se verán reflejados en esta nueva etapa con el equipo rojiblanco.
Al momento de firmar oficialmente el contrato del delantero, el dueño del equipo, acompañado del director deportivo Fernando Hierro, dedicó unas emotivas palabras al jugador, por lo que mencionó: «Estaba pensando qué te quería decir en este momento y es muy simbólico tu regreso, porque simboliza el ciclo perfecto de un jugador cantera de Chivas».
Amaury además recordó la promesa que “Chicharito” le hizo a su padre Jorge Vergara. En su momento, el empresario declaró que esperaba que Hernández Balcázar se retirara con el Rebaño, pero ya consolidado como una leyenda del fútbol mexicano.
«Como le prometiste a mi jefe, que ibas a regresar como leyenda, lo lograste. Felicidades», añadió el hijo del empresario, a quien el delantero agradeció la confianza para sumarse este semestre al equipo comandado por Fernando Gago.
Tras la firma de contrato, “Chicharito” se conmovió hasta las lágrimas y saludó a sus compañeros de equipo, a jugadores de Tapatío en la Liga de Expansión, así como a leyendas del Rebaño Sagrado.
El perfil de Javier Hernández:
– Es centro delantero.
– Tiene 35 años de edad y nació en Guadalajara, Jalisco.
– Es el máximo anotador en la historia de la Selección Mexicana con 52 goles.
– Es formado en la Cantera Rojiblanca.
– Marcó 127 goles en Europa.
¿Cuál es su trayectoria?
– Javier debutó en Chivas en el 2006 y desde entonces se supo que tenía algo especial, pues en su presentación como profesional le marcó un golazo al Necaxa.
– Se fue vendido al Manchester United, donde jugó varios años y fue Campeón de Premier League. También jugó una final de Champions.
– Tras su paso por Inglaterra, Hernández llegó al Real Madrid, con el que fue Campeón del Mundial de Clubes.
– Tras su etapa como merengue, se marchó a la Bundesliga para enfilarse con el Bayern Leverkusen, donde marcó varios goles y también se convirtió en figura.
– Su última etapa en Europa la vivió con el West Ham y el Sevilla. Incluso fue parte del plantel sevillano que ganó la Europa League del 2020.
– Su último equipo fue el Galaxy de Los Ángeles de la MLS.
Los números de Javier Hernández
– 617 partidos jugados
– 258 goles (11 en Liga de Ascenso)
– 29 goles con Chivas (3 de ellos en Copa Libertadores)
– Campeón de Liga MX en 2006
– 2 títulos de Premier League (2010-2011 y 2012-2013)
Este lunes 15 de enero se estrena la segunda temporada de la serie «México biocultural» por XEIPN TV Canal Once, donde Oliver Velazquez Quijano nuestro colaborador participó realizando la fotografía submarina.
No te pierdas este interesante capítulo sobre el parque nacional Islas Marietas e Isla Isabel.
Aprecié la pieza Juno (México, 2017) como jurado de una muestra de materiales audiovisuales de la que fui miembro fundador. De inmediato llamó mi atención la factura de este corto sonoro (04:30 min.), cuya narración establecía un puente experimental entre imágenes disruptivas y sonidos fuera de toda convención. Su creadora y artista, Dianela Torres (Ciudad de México, 1991), había tomado la osadía de eliminar voces explicativas y/o narrativas. En su momento, Juno propició mi reflexión sobre lo que se espera o demanda en cuanto a una producción audiovisual sobre temáticas enfocadas a ciencia y tecnología; por supuesto que Juno se inscribía al margen de lo conservador y de las voces de los expertos que dictan el camino a seguir en este terreno; mucho menos se limitaba a ese criterio, vigente, de que la divulgación audiovisual debe construirse bajo los estándares del reportaje y/o documental, únicamente.
Otro detalle que quisiera añadir, Dianela Torres, la causante de tal pillería, era la más joven de los directores/as y productores/as de aquel acervo. También fue la más osada y experimental. El asunto es que debía dar mi dictamen y no dudé en estampar mi voto a favor como la pieza más innovadora del conjunto. Mi sorpresa, que realmente lejos de sorpresa constataba esa postura consecuente con lo convencional como se mide a la producción audiovisual, es que Juno no se había considerado ni siquiera como una pieza para evaluar. Confieso mi vocación cabal por los discursos experimentales en arte, ciencia y cultura. En consecuencia, apelé porque Juno fuera incluida y con el reconocimiento que merecía. Por fortuna Juno caminó. Ahora, a años a la distancia, veo con enorme satisfacción que Dianela Torres ha crecido en su discurso narrativo y su proyección cada vez es más sólida.
Esta cineasta, artista audiovisual e investigadora, egresada de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, FCPyS, Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, nos reserva sitio en su espacio de apertura.
“Soy productora y realizadora independiente. También me dedico a la docencia, investigación y experimentación audiovisual. Fui profesora adjunta en la UNAM y ahora doy clases en la Universidad de Tijuana, CUT. Cubrí prácticas profesionales en el Festival Internacional de Cine UNAM, 2016, y he colaborado en Diario FICUNAM. Recién trabajé en una propuesta cinematográfica muy especial para `Muestra Mínima: Palomas o un árbol en otoño´, Texcoco, 2023; también en un proyecto de investigación teórica del Seminario de Estudios Audiovisuales Transdisciplinarios de la FCPyS-UNAM. En el 2022 iniciamos el Cineclub Revolución en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas UNAM.
Desde 2013, he hecho varios cortometrajes y piezas audiovisuales, con proyección y selección en diversos festivales nacionales e internacionales de cine y video. Adicionalmente he tomado cursos, seminarios y talleres en la Filmoteca de la UNAM, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, MUAC, la Cineteca Nacional, Cinefilias, el Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes, CENART, con el Laboratorio Experimental de Cine, LEC, entre otros. También fui parte de la Tercera Edición de `Salón Abierto: Tecnología Unidad Colectiva´, donde colaboré en una pieza colectiva hecha con leds, Telepressence, México, 2016. Me considero cinéfila y adicta a la cultura audiovisual, soy una espectadora constante. He hecho audiovisuales para diferentes medios, instituciones y empresas; por mi cuenta, me he encargado de realizar piezas audiovisuales con fines expresivos”.
Con Maestría en Cine Documental, en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas UNAM, a Dianela Torres el interés por la ciencia también le viene por la cultura cinematográfica.
“Siempre me ha interesado ver al cine y al audiovisual como un espacio de reflexión, donde se va construyendo el conocimiento. Considero que, a partir de conceptos de distintas disciplinas, se pueden entender muchas maneras para ver al mundo, desde la ciencia hasta la filosofía, y pienso en discursos científicos que vale la pena considerar desde la mirada audiovisual, en relación con el arte”.
Fuera de la fórmula para generar una narrativa audiovisual con temas científicos, Dianela Torres está consciente de los escenarios —convencional y no convencional—, así como las implicaciones que conlleva su transgresión.
“Creo que el reto principal es que se tome en serio al trabajo no-narrativo o no-convencional, ya que estamos acostumbrados a determinada manera de divulgar o difundir la ciencia. Así como hay distintas maneras de ver al cine, también hay formas diversas de acercamiento. El vínculo entre arte y ciencia existe desde siempre. En el cine se suele decir que éste nace como instrumento científico, pero también puede entenderse como un lienzo en blanco usado por los `pintores de la imagen en movimiento´. Como Godard, quien advierte que los primeros realizadores imitaban a los impresionistas y no a los fotógrafos. Normalmente se acostumbra pensar que los audiovisuales sobre ciencia son aburridos, pero creo que en internet existe una gran cantidad de productos que muestran lo contrario y vinculan bien arte y ciencia”.
“Siempre me ha interesado ver al cine y al audiovisual como un espacio de reflexión, donde se va construyendo el conocimiento. Considero que, a partir de conceptos de distintas disciplinas, se pueden entender muchas maneras para ver al mundo, desde la ciencia hasta la filosofía, y pienso en discursos científicos que vale la pena considerar desde la mirada audiovisual, en relación con el arte”.
Dianela Torres
Desde su perspectiva, la ruptura y cohesión tiene que ver con una naturaleza propia, tanto de la expresión cinematográfica como del impulso natural de las ciencias, es decir, un cuerpo siempre cambiante.
“Me parece que es parecido a lo que pasa con el documental, ya que se trata de un género que se transforma y mezcla con la ficción, donde existe también el cine de no-ficción, el cine-ensayo, el cine experimental y musical donde todo se mezcla, hasta la ciencia-ficción. Los discursos científicos ya han sido interpretados en el arte de distintas maneras; los mismos discursos van cambiando durante determinado momento. Es decir, el conocimiento humano se va transformado, la ciencia evoluciona y cambia, en conjunto, con la sociedad y las expresiones artísticas”.
Narradoras audiovisuales como Milagros Várguez o Dulce García, reconocen la motivación hacia las ciencias que les causó su experiencia con espacios lúdicos, durante su niñez. Esto mismo le sucedió a Dianela Torres en plena etapa formativa.
“Recuerdo que, en un trabajo escolar, hace ya varios años, fuimos a grabar a Universum de la UNAM, me llamó mucho la atención cómo se presentaban y construían algunos audiovisuales para el museo. También recuerdo que, en 2016, tomé una clase sobre cine de vanguardia de los años 20. Ahí supe más sobre el cine científico y cómo se vincula con el cine experimental. Entonces decidí buscar material e investigar más al respecto; me nutrí con fuentes diversas. Comencé a trazar, por mi cuenta, una serie de simulaciones de cómo me imaginaba lo que eran las vistas de cine científico, cuestionando un poco también la construcción de su discurso, en general. Así trabajé con postproducción de imágenes grabadas con cámara digital, pero manipuladas y editadas con fines formales específicos. Mezclaba imágenes científicas `de lo real´ —por ejemplo de la NASA— con ejercicios formales e imaginativos a partir de mi óptica. Así logré acercarme a un montaje interesante, en colaboración con el músico Edgar Mondragón, titulado Sincronía, México, 2016”.
Hábil investigadora de los formatos electrónicos, dado que es nativa de la era digital, cohesionó tanto imágenes como archivos enrutados hacia su propio discurso.
“Empiezo a buscar y buscar en los archivos, aquel material que pueda funcionar para un fin específico. Muchas veces son imágenes fijas, la mayoría, entonces trato de manipularlas en edición para darles el movimiento, tono y sentido que necesito. También indago el stock libre en la red y que funcione temáticamente. Tanto en el registro como filmación, siempre prevalece un diálogo con mis propias cámaras”.
Juno, proviene del nombre helénico Hera, atribuido a la diosa virgen de la guerra justa y la sabiduría. Se trata de un asteroide de gran magnitud, dentro del sistema planetario solar.
“Me interesan los vínculos intertextuales en general. La ciencia como tal retoma mitos, y viceversa. En el caso de Juno, la inspiración partió de una pieza musical de Édgar Mondragón y, sobre ello, le di mi propia interpretación y visión. En este caso y en lo personal, tenía que ver con sentimientos sobre amor, alegría y pasión. Édgar Mondragón también es productor y amigo de la UNAM. Su trabajo consistía en una obra sonora con material de archivo y sonidos procedentes del universo. Me la compartió y así se volvió un audiovisual musical con el nombre de Juno”.
La estructura implícita en esta pieza contiene una serie de replanteamientos en cuanto al tratamiento lineal que se establece, por convención, en una producción audiovisual, por ejemplo: un elemento que siempre se considera indispensable es el guión. Éste también salió de la órbita trazada por Juno.
“Normalmente parto de ideas, imágenes y momentos. Voy en la marcha audiovisual, por decirlo de una manera, a veces con escaleta o en pleno montaje. El guion como tal es una herramienta que no siempre funciona con mi método de trabajo. Aclaro, sí llego a requerir guiones y hacer uso de ellos, pero no para estas piezas en específico”.
En la monumental e icónica obra, El hombre de la cámara (Rusia, 1929), de Tziga Vertov, se lleva a un grado de excelsitud una narrativa sin voces; siempre he pensado que Vertov trasladó Las novelas de San Petersburgo, de Nicolai Gogol, a esta obra magnánima. Es un ejemplo digno de cátedra de cómo se puede exponer un momento histórico y el avance tecnológico de toda una época, sin discurso verbal. Es el emblema de un cine silente o mudo que logrará estamparse en la memoria cultural del siglo XX. Dianela Torres explotó este potencial que para muchos es cuestión añeja, y poco redituable para la divulgación audiovisual de manera convencional.
“El cine que me interesa es el que se sirve del lenguaje audiovisual, como tal y no por el protagonismo de una voz. En este sentido, me interesa mucho el uso musical y ambiental más que narrar o explicar todo a partir de una Voz en Off (locución). De esa manera, prefiero colaborar con artistas enfocados a la electrónica, como con Enmossed —sello musical de Estados Unidos—. Además, las imágenes que trabajo funcionan mejor en este planteamiento. Me interesa más la forma cinematográfica, la experimentación y la exploración formal, aunque no estoy negada al uso de voces de diálogo o locución. Esto depende del proyecto a seguir”.
La postura planteada no es un mero capricho, obedece a un deseo ex profeso en pos de la apertura de formatos.
“Permite mayor libertad creativa. Me interesa mucho el cine musical y el vínculo que tiene con el cine experimental. El montaje rítmico y musical me motiva, incluso en un sentido similar al de la teoría del montaje de Einsestein, cuyo trabajo me atrajo desde los primeros semestres de la universidad; hasta traté su teoría en mi tesis de Licenciatura, La estrella negra de la audiovisión, UNAM, 2019. Muchos de mis trabajos los veo como ejercicios formales en transformación. Nada es perfecto. En 2019 terminé una película de cuarenta minutos, Mudar de sueños, México, misma que se presentó en la Cineteca Matadero Madrid, España. Acabo de estrenar el corto Monte Tláloc, México, 2023, en diversas sedes: en la Cineteca Nacional como parte de Ambulante y Black Canvas Festival de Cine Contemporáneo, así como en el `Coloquio Internacional de Cine y Filosofía: Entre el Trance y la Deriva´, en La Cueva y el Centro de Cultura Digital. Estos últimos trabajos siguen la misma línea de lo que he trabajado, aunque considero que contienen más solidez formal y están mejor conceptualizados. Van del cine de no-ficción al musical. Así es como lo valoro”.
Volviendo a Juno, estas son algunas de sus líneas de ensamblaje.
“Empezó con mucho material que tenía guardado y quería usar para explorar formas y sensaciones imaginadas de un asteroide; se trazó en conjunto con archivos de la NASA. No todo es apropiación ya que gran parte del material se grabó con una Canon DSLR; otros fragmentos son de celulares “chafas” y de una cámara Go-pro, pero el trabajo principal está en el montaje y la post-producción; la forma y el sentido se dio a partir de los experimentos, por ejemplo: hay imágenes de piel sobrepuesta a la luna. Entonces, se hace una síntesis de diversas fuentes de acuerdo a mi interés. Es el caso de un corto de no ficción con material que registré durante catorce años, con siete cámaras distintas. Se llama 03:16, México, 2016, y está inspirado en el cine-ojo de Vertov —en el sentido de que intenté dejar que el material mismo guiara la verdad y ritmo de la película—. Normalmente busco en mis referentes lo que quiero hacer. Nada lo saco de la nada; tengo muchas influencias siempre presentes. Todo ya está hecho, pero hay maneras de representarlo de manera diferente, resignificar y crear cosas distintas”.
En lo personal, considero que Juno posee una narrativa fuera de canon, disruptiva, que se vale de discursos experimentales del Siglo XX para aplicarlos de una manera renovada. Lo interesante y dado que busqué a Dianela Torres con el pretexto de narrativa audiovisual, es que ella difiere de este último concepto en cuanto a su propio trabajo.
“Busco el plano no-narrativo del audiovisual. Planteo sensaciones, exploraciones formales y la expresión de atmósferas imaginarias. Si existe narrativa, como tal, me parece que es válida la interpretación que se le quiera dar. En cuanto al estilo, éste es una síntesis de mis ejercicios pasados, experiencias y la práctica desde que empecé a realizar audiovisuales. Mucho es lúdico e intuitivo, tanto con la cámara como la edición para generar algo que está ya en mi cabeza, de alguna manera. Sueños, ideas y conceptos, por ejemplo: pienso en Stan Brakhage, pero también en Space Odyssey de Kubrick o simular un viaje a otro tiempo-espacio; también hay inspiración del cine de Apichatpong Weerasethakul”.
Dianiela Torres asume al conocimiento como intrínseco de la creatividad.
“La intuición y la imaginación son elementales para todo proceso de conocimiento y de investigación. Por eso me gusta pensar que también estoy investigando al crear, porque tengo que leer y ver lo que ya existe para poder generar conjeturas o ideas que inspiren lo que hago. Cuando aprecio en pantalla algo que me mueve fuertemente, me queda el deseo de lograrlo con mi trabajo”.
Además del banco generoso de información que la NASA abre libremente, el olfato de Dianela Torres rastrea tanto al cine de antaño como la música electrónica.
“Estoy con Philip Maier y Michel Chion, pero sobre todo con Mary Ellen Bute, Godard, Buñuel, Varda, Einsestein, Vertov, Hito Steyerl, Shirley Clarke, Maya Deren, Teo Hernández, Jodie Mack, James Benning, cineastas experimentales mexicanos actuales que hay muchos como Azucena Losana, Elena Pardo, Marcela Cuevas, Bruno Varela, Pablo Escoto, Colectivo Los Ingrávidos y muchos más. Soy fan de Pearl Jam, Bowie, The Who, música ambiental y electrónica. Hay muchos nombres en mi mente”.
La experimentación de la mano de la creatividad y el conocimiento, es un camino sin punto finito.
“No dejo de explorar y experimentar con los lenguajes audiovisuales. Me inspiro en una tradición de cine experimental, nacional y extranjera, que me parece un mundo sólido (aunque parezca lo contrario) que va de la teoría a la realización. El cine siempre ha sido experimental. En cuanto a mis hábitos, veo mucho cine de todo tipo. Me gusta el cine narrativo, pero sobre todo el no-narrativo. También aprecio cine mexicano, tanto viejo como contemporáneo, no sólo experimental. En específico, trato de trabajar con conceptos que puedan inspirarse desde cosas personales, sensaciones, emociones y momentos específicos de mi vida, hasta libros, exposiciones, películas y clases. Escuchar música es clave en mi ejercicio”.
Actualmente, el trabajo de Dianela Torres tiene reconocimiento y proyección, en América, África, Asia y Europa, gracias a varios festivales y muestras —Ann Arbor Film Festival, MATADAC, L’Alternativa, LOOP Barcelona, Doc Buenos Aires, Shorts México, Festival ECRÃ Brasil, DOBRA Festival Internacional de Cinema Experimental— así como en universidades, museos y exposiciones de arte contemporáneo —University of Colorado Boulder, Counterpath Denver, Bauhaus-Universität Weimar, Late at Tate Britain, Arebyte Gallery London, Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, Espacio Pla—. Entre 2020 y 2022, recibió varias menciones en la revista Sight & Sound del British Film Institute en su publicación “The best video essays”.
Su proyecto actual es un largometraje de no ficción en proceso, que reflexiona sobre el paisaje interior y exterior en México, particularmente en la CDMX y Texcoco, Estado de México.
Esta amante de los gatos que anda en bicicleta y acumula libros, nos regala su consigna de vida:
“Promuevo que la gente también se anime a explorar y ver otro tipo de proyectos audiovisuales, no necesariamente perfectos o narrativos. Es una satisfacción compartir el trabajo de los cineastas que me interesan, así como mi obra y tener la oportunidad de verla proyectada en una sala de cine”.
Hace ya veinticuatro años, al despunte de una década, un grupo de antropólogos sociales decide caminar con una empresa pionera en México, enfocada a la creación de productos digitales para planetarios. En su momento, cabe decir, poca competencia tenían y siguen teniendo. Hasta la fecha, la producción de piezas audiovisuales para el formato planetario y/o domo de inmersión, es exigua a nivel nacional. Múltiples factores propician este hueco, entre estos: la poca apuesta del sector institucional para darle rentabilidad a un mercado educativo emergente, así como la nula visión empresarial para explotar algo que tiene o goza de gran espectro en otras latitudes del planeta. El pretexto constante y sonante, es que se trata de un tipo de producción que demanda una alta inversión monetaria.
Enrique Fonte, Enrique Rodríguez y Javier Minchaca se dan a la tarea de dar vida a la firma Planetarios Digitales, misma que contra viento y marea más producciones ejemplares, siguen presentes en el escenario de la divulgación científica del país. Con el carácter ameno, directo y franco de Javier Minchaca (Ciudad de México, 1977), abrimos el telón de esta aventura digital.
“Tenía el interés por divulgar nuestra riqueza cultural e histórica, nuestra biodiversidad. Quería hacerlo de una manera entretenida, que a la gente le agradara y despertara su interés por ese tipo de temática. Consideraba a los planetarios como espacios enfocados, esencialmente, para la divulgación científica, donde podía detonarse, precisamente, el interés de una audiencia con contenidos atractivos y, al mismo tiempo, enriquecedores. Entonces valoraba la generación de información local y una disposición propia por la divulgación de nuestro legado como país”.
Con una visión clara de las metas por alcanzar, Javier Minchaca (egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapala) se suma al proyecto digital, cuya labor inicial fue la de proveer servicios especializados, en el contexto de la república mexicana.
“Planetarios Digitales comenzó, primero, con el desarrollo de museografía y equipos interactivos, ambientaciones y textos explicativos. Nos consolidamos como proveedores para levantar un planetario desde cero, así como modernizar instituciones existentes y proyectos itinerantes —un promedio de veintidós instalaciones en el país—. Con el paso del tiempo logramos un domo propio, el Domo Itinerante de Ecosistemas de México, que utilizamos principalmente para divulgar contenidos en eventos como la Noche de las Estrellas; también para escuelas y museos de manera privada. Como parte de esta labor, tenemos nuestras producciones para planetarios”.
“Tenía el interés por divulgar nuestra riqueza cultural e histórica, nuestra biodiversidad. Quería hacerlo de una manera entretenida, que a la gente le agradara y despertara su interés por ese tipo de temática. Consideraba a los planetarios como espacios enfocados, esencialmente, para la divulgación científica, donde podía detonarse, precisamente, el interés de una audiencia con contenidos atractivos y, al mismo tiempo, enriquecedores».
Javier Minchaca
Prevalece una contradicción en el mercado de los planetarios o domo de inmersión digital en México; estos se han incrementado con el tiempo y algunos son espléndidos, pero, de manera contraria, la producción de piezas para planetario, de creación e industria nacional, es mínima. En concreto, este tipo de instalaciones prefieren comprar o rentar producciones del extranjero que generar material propio. Conscientes del terreno que debían andar en el formato de los planetarios, Javier Minchaca y sus colegas se abren camino justo con Puerta al universo.
“Con la modernización y creación de más planetarios en el país, fue evidente para nosotros y nuestros clientes, la necesidad de generar contenido local que proporcionase divulgación de temáticas encaminadas hacia la apropiación social de la ciencia nacional. Entre 2006-2008, con el Planetario Casa de la Ciencia y Cultura Universal Bachilleres de Chiapas, en Tapachula, realizamos la cápsula Puerta al Universo (1ª versión, 2006, 2ª versión, 2008, 14:16 min.), con contenidos de corte local, basados en fotografías y time lapses; esta pieza era adecuada para montarse en planetarios digitales tipo Digistar de Evans & Sutherland. Durante esos años, también realizamos contenidos para el Planetario del Parque Ya´Axná, en Comitán. Posteriormente, con apoyo de una beca que otorgaba el entonces Conacyt, realizamos dos cápsulas cortas (La Luz, más allá del brillo y el color, 2015, 08:31 min; y Los cenotes de Yucatán, puertas a otro mundo, 2015, 07:24 min.); experimentamos en diversas técnicas con la intervención de estudiantes becarios. A su vez, logramos dos producciones sobre los mayas (El Secreto de Calakmul, 2015, 17:24 min; y Los Mayas, planeación cósmica, 2017, 20:14 min.), más una coproducción con el Planetario de Irkutsk, de Siberia, Rusia (De Chicxulub a Tunguska, los grandes eventos de la destrucción cósmica, 2018, 20:51 min)”.
Puerta al universo tiene el valor de haber mostrado, por vez primera, algunos escenarios que integran al estado de Chiapas en formato de domo completo.
“La cápsula muestra con fotografías y time lapse 4K, a domo completo o full dome, algunos sitios emblemáticos como las lagunas de Montebello, así como aspectos culturales de los sitios y su historia a través de edificaciones coloniales y ruinas prehispánicas. A diferencia de lo que sucede en otros medios, como la televisión o la Red, el seguimiento de una transmisión en formato digital es un tanto difícil de cuantificar; en el caso particular de Puerta al Universo, tuve noticia de que se seguía proyectando en el Planetario de Tapachula, y, a decir de los operadores del propio domo, muy al gusto de la audiencia”.
Puerta al universo tardó en gestarse un año aproximado en su producción cabal. El resultado final fue un equilibrio entre el manejo técnico, la narrativa pertinente de los contenidos y la estética audiovisual.
“En términos técnicos, los planetarios constituyen un tipo de instalación pública que conjuga modernidad y complejidad. Sus contenidos demandan imágenes con la más alta resolución posible, por la cantidad de espacio a llenar en un domo y porque treinta de estas –del conjunto total— son literalmente un segundo en el domo; así que se requiere siempre lo último en tecnología de captura, transferencia y almacenamiento para lograrlo. Por otro lado, el oficio de producción documental, aunque cercano, no era nuestro principal esfuerzo de modo alguno. De hecho, nuestras producciones han sido siempre aventuras enriquecedoras que van en conjunto con profesionales muy afamados, en todas sus variantes. En cuanto al respaldo científico, hemos contado con el privilegio de la asesoría de los doctores: Daniel Flores, Jaime Urrutia Fucugachi, Julio Saucedo y Vladimir A. Fialkov”.
Conforme al paso del tiempo, Planetarios Digitales fue especializándose hasta definir cada perfil de su talento involucrado.
“Todavía durante la etapa de producción de Puerta al universo, me encargaba de la mayor parte del trabajo. Ahora funjo como productor y/o guionista. En los proyectos recientes tenemos el apoyo de profesionales en cada fase de preproducción, producción, postproducción y distribución. Por otro lado, cada proyecto tiene tintes muy particulares. Somos muy cuidadosos en las decisiones que van a definir el diseño de arte del modelaje y animación 3D, por ejemplo: en El Secreto de Calakmul, se buscó animación hiperrealista, además de tomas en 4K en áreas de la biodiversidad de la zona; en Los Mayas Planeación Cósmica, se explota la estética del low-poly –misma que a base de polígonos, busca conformar modelos 3D, sin pretender el realismo— y no hay una escena de video que no sea full dome. Finalmente, en De Chicxulub a Tunguska, exploramos más el uso de la filmación subacuática y con drone, así como la ilustración aplicada a domo, en conjunto con animaciones 2D.”
De acuerdo con el perfil que nos plantea Javier Minchaca, cada pieza tiene un perfil de divulgación y estética que debe de ir acorde con el eje de contenido que se va a narrar, de manera visual y auditiva.
“En cada producción hemos querido usar y explotar aspectos diversos para resaltar tanto lo particular como lo heterogéneo. La tecnología avanza a pasos agigantados y en todo. En cuanto a los planetarios, se requiere proyectar en 4K, por lo menos. Esto significa cuadros tipo ojo de pescado de 4096 x 4096 pixeles, a 30 cuadros por segundo. Gracias al avance del video móvil y al creciente interés en la producción audiovisual en 360°, ha habido un boom de dispositivos que muy fácilmente permiten grabar, en 2K, material potencialmente reproducible en un domo digital de manera cuasi inmediata”.
La pieza titulada De Chicxulub a Tunguska, tuvo un tiempo de realización cercano a los dos años. Se filmó en locaciones tanto mexicanas como rusas, incluyendo el puerto de Chicxulub y muchos cenotes a su alrededor, mediante tomas subacuáticas; en Rusía esto último se aplicó en el lago Baikal, Irkutsk, además de registrar el telescopio solar de la misma región. Su narrativa nos muestra la interconexión y fragilidad del mundo que habitamos, a partir de una exploración que se realiza sobre la llegada de dos meteoritos, tanto en Chicxulub, Mérida, como en Tunguska, Siberia.
En esta producción relevante de Planetarios Digitales, intervino un promedio de 40 profesionales, en sus fases diferentes, con la participación destacada de fotógrafos especializados, tanto en full dome como para tomas aéreas y subacuáticas. Mención especial merece el apoyo del Planetario de Irkutsk. De manera cabal, De Chicxulub a Tunguska, es un ejemplo del vínculo que se puede lograr entre conocimiento y creatividad, en pos de la divulgación científica.
“A partir de nuestra capacitación en todo lo que implica la producción de una pieza para full dome, establecemos colaboraciones con especialistas y profesionales de muy diversas áreas, de quienes valoramos ampliamente su talento, por ejemplo: desde científicos multidisciplinarios (arqueólogos, físicos, geólogos e historiadores) hasta directores, fotógrafos, fotógrafos buzos, guionistas, ilustradores y animadores (incluyendo 3D), locutores, modeladores, músicos y pilotos de drone”.
Una clave que nos explica la solvencia de Planetarios Digitales, es su apuesta por el nuevo talento que busca abrirse camino en ese escenario.
“Desde 2014, hemos formado un equipo heterogéneo en la producción de este tipo de formato, entre becarios de varias disciplinas así como colaboradores procedentes de diversas instituciones nacionales, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Politécnico Nacional, e internacionales que incluyen a muchos profesionales y artistas. El trabajo permanente con los becarios nos permitió que, en el año de 2019, formalizáramos nuestro departamento de producción: Estudios Calakmul”.
Javier Minchaca además de estar entregado a la puerta del universo audiovisual, es un melómano empedernido, muy en la línea de los sonidos experimentales y tecnológicos. Esta veta por el arte tiene su punto de matrimonio con el conocimiento científico.
“Para lograrlo, recurrimos al diálogo; intentamos tender puentes y retroalimentarnos; aglomeramos el trabajo de artistas y científicos, en conjunto y para cada producción. También se nos han acercado artistas con propuestas audiovisuales muy específicas, en busca de explotarlas en el domo y hemos colaborado gustosos para lograr los fines y un producto común”.
Aunque la atención de Javier Minchaca va hacia el público en general, está consciente de que la niñez es preferencial para un espacio de inmersión digital.
“El público en general no asiste mucho a los planetarios, sólo unos cuantos, pero si les preguntas, todos recuerdan haber ido de niños. Eso es lo que busca un planetario, dejar una huella en los asistentes. Si puedes, además, incluir contenido local que logre jalar nuevas audiencias a los domos, de distintos sectores, mucho mejor”.
Con la labor que Javier Minchaca realiza, como protagonista activo de Planetarios Digitales, es cabal su visión sobre el estatus de este tipo de centros para la divulgación científica.
“Los planetarios y domos digitales son espacios poco apoyados en términos generales. No basta con construir un edificio y dotarlo de tecnología, pues su sobrevivencia y rentabilidad es el gran reto. Al tratarse de sitios altamente tecnológicos, requieren mantenimiento y actualizaciones constantes para estar al nivel de lo que la gente espera. En algún momento y de manera ejemplar, el área de Comunicación de la Ciencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología extendió su apoyo para este tipo de producciones; también, gracias al apoyo de algunos clientes y en distintas épocas, hemos podido concretar nuestras producciones”.
Tal y como se indicó al comienzo de esta narrativa, el tema económico es un escollo difícil de salvar para la producción de piezas para planetario.
“Si un niño va a un domo y ve un programa sobre dinosaurios, es difícil que evite la comparación con una entrega de Jurassic Park, Megalodón o con gráficos de la muy poderosa industria de los videojuegos. Entonces va a percibir una diferencia notable. ¿Cuál es el fondo de esto?, pues que los presupuestos para estos ámbitos y los domos son totalmente distantes; con los 170 millones de dólares que costó Jurassic Park, por ejemplo, se podrían hacer cantidad de domos y producciones en México”.
El pequeño gran detalle que expone Javier Minchaca, no tiene manera de refutación: mientras una producción en primer mundo ronda los millones de dólares, una pieza para planetario araña unas pocas unidades de ese total, y ni así es viable o rentable para las instituciones o empresas que podrían apoyarlo. Además, de acuerdo con la línea de exposición que nos confía, la pirotecnia técnica es otro tema a salvar. Difícil pero no imposible para quienes integran Planetarios Digitales.
“De entrada, juntar el presupuesto para una producción es complicado. También entra en juego la disponibilidad del equipo técnico, más la intervención de especialistas que se requieran para cada área. Es decir, un equipo íntegro de producción, que afortunadamente hemos podido armar y canalizar. Consideramos muy importante dotar a las instituciones de la mayor cantidad de contenido local, con la mejor calidad posible, que pueda crear significado, apropiación social y cultural en los espectadores nacionales, que otorgue una mirada distinta de nuestro país a los espectadores internacionales”.
La formación como antropólogo social de Javier Minchaca, se revela cuando aplaude, con enorme satisfacción, el dato de que los contenidos de Planetarios Digitales hayan sido vistos por miles de personas, en el país. A esta firma pionera ya la secundan diversos reconocimientos, tanto nacionales como del extranjero.
“Tanto el Conacyt como la Muestra Nacional de Imágenes Científicas (MUNIC), nos han distinguido en distintas entidades de la república. A nivel internacional sumamos presencia en festivales especializados como el IMERSA en Estados Unidos, el International Fulldome Festival (IFF) realizado en Portugal, el Fulldome Festival Brno en República Checa y el Baikal International Festival of Documentary and Popular-Science Films n.a. Valentin Rasputin, en Rusia. Además, varias de nuestras producciones se exhiben en más de quince domos de África, América y Europa, en países como Argentina, Australia, Bloemfontein, Chile, Estados Unidos, Pakistán, Portugal, Rusia y Sudáfrica”.
Toda esta proyección nacional e internacional, Javier Minchaca la subraya como un servicio social —bastante sustancioso, por cierto—, mismo que es congruente con su misión como divulgador de contenidos científicos y tecnológicos.
“Lo defino básicamente como un `servicio a la comunidad´, ya que nuestras producciones han sido gratuitas al día de hoy. Proyectamos sin costo a todo domo que lo solicite, a nivel nacional. Considero vital poder poblar al país de domos digitales y planetarios (hay alrededor de 70 contra los 400 de Estados Unidos, por poner un ejemplo), pero no es una cuestión de expansión de numeraria; debemos otorgar nuestra visión antropológica de la sociedad en cada una de nuestras producciones y, sumamente vital, darle contenido de calidad a los espectadores”.
Por lo general, un proveedor suele desear que la competencia sea nula o escasa en su mercado de atención. La visión es muy distinta con Planetarios Digitales.
“Nosotros nos consideramos pioneros en el ámbito, sólo un par más de colegas realizan este tipo de producción y esperamos crezca mucho más. Hemos visto trabajos artísticos en los que se muestra entretenimiento y arte con gráficos y música, que son contenidos que gustan mucho, por ejemplo: producciones completamente en 3D sobre arqueoastronomía maya y mexica, con buena aceptación del público. Seguimos adelante con producciones ya sea subacuáticas o aéreas, aplicadas al 3D”.
Con fondo musical de la célebre banda experimental europea Minimal Compact (misma que Javier Minchaca me recordó tras bambalinas de la entrevista), dejo final abierto para una trayectoria que continúa en pos de la naturaleza y el universo, con las posibilidades de vanguardia que nos permite la tecnología de punta. La perspectiva de quien va atento del devenir como cambio constante en pos de la construcción, con El Hacedor de Estrellas de Olaf Stapledon como libro de cabecera, siempre dará motivo a la sorpresa. Enhorabuena.
Abre la puerta del universo del Javier Michaca, aquí tienes sus llaves:
Vivió y aprovechó la migración digital al cien por ciento. Quien estuviera apegado a la escritura de artículos sobre las investigaciones que se realizaban en el Instituto Politécnico Nacional, IPN, hacia mediados de la primera década de este siglo, tuvo el olfato para identificar el área de oportunidad que se abría con las plataformas digitales. Ricardo Urbano (Ciudad de México, 1982), se dio a la tarea de contagiar a sus compañeros y compañeras para trasladar la narrativa impresa hacia el área digital.
Con el paso del tiempo, tal esfuerzo aplicado en la divulgación de contenidos de ciencia y tecnología madura en una serie titulada Expedicionarios, Conversus IPN 2016, con la que obtuvo diversos reconocimientos a nivel nacional e internacional. Del dato frío y objetivo, su talento demostró la calidez del contexto y las historias que hay inmersas en la labor de cada investigador, así como en sus objetos o sujetos de estudio, muy en particular las entrañables tortugas de Sinaloa.
Veamos la historia de este hábil narrador, atento a los documentales de naturaleza y a los filmes de Steven Spielberg.
“Entre como periodista, en el 2006, a la revista Conversus del IPN. Se trata de una publicación de divulgación científica. Al principio escribía notas, después artículos y se amplió mi cobertura hasta llegar a las investigaciones que se realizan en el IPN, a nivel nacional. Después logré desarrollar una sección de infografías; a los cinco años de estancia en Conversus, nos atrajo el impacto que YouTube estaba teniendo en la sociedad. En consecuencia y en complicidad con Rocío Ledesma, Diana May y Nadia Lavanderos, decidimos realizar videos de divulgación científica; es decir, trasladar nuestros artículos a imagen y sonido, con la finalidad de que se divulgaran al público en general. Confieso que siempre me encantó la producción de video. A partir de mi propuesta, la revista se decidió para incluir cápsulas audiovisuales de divulgación…”
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Licenciatura de Comunicación y Periodismo, con diplomados en el Centro de Capacitación Televisiva, Aprende TV, y en la DW Akademie, Ricardo Urbano dimensionaba la cima de la montaña, pero los senderos para llegar a ella todavía le reservaban sorpresas.
“Empezamos grabando cápsulas de divulgación con los investigadores. Registrábamos las notas con una cámara y un micrófono lavalier. Así produjimos pequeñas piezas. Después nos involucramos en la cobertura de eventos, con entrevistas a los investigadores. Todo esto creció cuando aprovechamos un apoyo que ofrecía en aquel entonces el Conacyt. Con la experiencia que teníamos, logramos concretar una serie documental, Expedicionarios, cuya propuesta era grabar a los investigadores en su trabajo de campo; la labor implicaba investigar, monitorear, levantar muestras, realizar todo el registro en video y, por supuesto, trasladarlo a la sociedad”.
Los medios de comunicación ofrecen perspectivas diferentes para narrar historias. Ricardo Urbano entendió que, de un artículo impreso o digital a un producto en formato audiovisual, existen diferencias y se aventuró a explorarlas.
“Nuestra mente genera escenas con la información que recibimos, el escrito puede dejar una parte en la interpretación del lector; en consecuencia, tiene que ser más específico en las descripciones. Un audiovisual expone las escenas que tu deseas para el público. El escrito llega ser un poco más frio, aunque tengamos una foto del científico entrevistado, desconocemos su voz, su forma de hablar, su seguridad; en el audiovisual lo mostramos tal cual es, lo que genera una mayor cercanía y, por tanto, empatía. Con la revista aprendí que tenía limitantes para exponer el testimonio de los investigadores, sobre su pasión o su motivación para realizar el trabajo. Entonces, con mis colegas estábamos convencidos que, si dábamos voz vía entrevista, podíamos mostrar a cada científico de manera íntegra, más a nuestro favor si lográbamos hacerlo en campo. Queríamos contar sus historias, conocerlos y divulgar tanto sus trabajos como personalidades. Fue nuestra misión clave para realizar la serie documental”.
Este horizonte sensible y apasionado que se deseaba transmitir sobre la identidad de un investigador, quedó sometido bajo la disciplina que conlleva el trabajo de divulgación. En principio, mediante el acopio de datos vía las fuentes confiables de información.
“En mi experiencia, las mejores fuentes sobre contenido de investigación y desarrollo tecnológico son los propios científicos; las personas que están en los centros de estudio, en el campo, los laboratorios, quienes dan una conferencia o publican en una revista de ciencia. Ellos son la base. Lo primero que hago es ubicar al experto o experta, reviso su trabajo y trayectoria, sus descubrimientos, incluso a que medios de comunicación ha atendido. Una vez que logro el contacto personal, planteo mi objetivo. Lo siguiente es muy importante, porque aterrizo el tema con su ayuda; atiendo a sus recomendaciones bibliográficas, páginas electrónicas oficiales, por supuesto, todos los materiales gráficos de su acervo —desde fotografías hasta videos— y que esté dispuesto a compartir”.
Cuando se accede a este nivel de colaboración, el crecimiento es mutuo. Por supuesto, se enriquece el enfoque de la divulgación científica.
“La ciencia cambia todos los días, nuevos descubrimientos, materiales, fórmulas, medicamentos e innovaciones; la ciencia sólo es presente, porque en mi experiencia con los investigadores, lo que se dijo ayer es el antecedente de la ciencia del hoy. Es inagotable”.
Este enlace virtuoso de comunicación entre quien posee el conocimiento y aquel que desea divulgarlo, no podría lograr una cabalidad sin el público receptor.
“Siempre pienso en el público y en lo que podrá retener en su mente. En cuanto al manejo de los llamados datos duros, estos deben ser precisos y sencillos. No se trata de memorizar, sino de entender su impacto, por ejemplo: si tienes una cifra de 251 523 casos de equis enfermedad, lo mejor es decir más de 250 mil enfermos; otro recurso sería tres de cada diez personas padecen equis enfermedad en el mundo, o este año aumentó el doble de enfermos; también subrayar que, si no te previenes, podrías ser tú uno de los posibles enfermos. Cuando hacemos esto, ya no importan los otros 251 522, sino que podrías ser tu mismo; en la audiencia, esto conlleva un nivel de conciencia y retención de la información”.
“En mi experiencia, las mejores fuentes sobre contenido de investigación y desarrollo tecnológico son los propios científicos; las personas que están en los centros de estudio, en el campo, los laboratorios, quienes dan una conferencia o publican en una revista de ciencia. Ellos son la base».
Ricardo Urbano
Sobre la terna de elección de temas viables de producción audiovisual, nos comparte.
“En ese momento estaba y sigue estando en boga, la sustentabilidad de cuidado al medio ambiente, de la vida en su hábitat. Ya habíamos trabajado algunos artículos de animales en peligro de extinción; en algún momento, me enteré por un texto de la liberación de tortugas marinas a cargo de especialistas del IPN. Entonces, dada esa referencia, decidimos aplicarnos sobre las acciones de esta institución en cuanto a protección de vida silvestre. Queríamos abarcar un poco de todo el país; fuimos a Baja California Sur, Mérida, Oaxaca y Sinaloa. Nos basamos en las investigaciones que estaban realizando, específicamente, con animales en peligro de extinción o protegidos en su contexto natural”.
Las historias de acuerdo a La filosofía de la composición, del escritor Edgar Allan Poe, tienen una estructura cíclica cuyo final, en términos de narrativa literaria, recomienda queden abiertos. Una narrativa de divulgación puede replicar esta estructura o tener variantes.
“Primero que nada, considerar las fases de una historia: principio, desarrollo y final. Nunca podemos dejar una historia incompleta, mucho menos desarrollarla sin tener una delimitación del tema. El público tiene que quedarse con la certeza de que vio algo completo. Por otra parte, las historias deben ser interesantes, transmitir emociones al espectador. Las buenas historias no son las que hacen llorar o reír; las buenas historias son las que provocan todas las emociones posibles. También ser inclusivo con historias cercanas al público, de personas reales, del investigador e investigadora, de un caso, de un beneficio y que todo ello permita una empatía o cercanía con el púbico. En cuanto a la extensión de cada historia, corta o larga, esto lo determina una buena narrativa y la información. Lo importante es que fluya de forma natural. Habrá historias que serán contadas en dos minutos, otras que necesitarán treinta minutos; el manejo del tiempo no debe de propiciar, en ningún momento, que la historia se sienta forzada, peor aún que el espectador pierda la atención y deprecie el desenlace”.
La serie Expedicionarios se produjo como un aprendizaje cabal para quienes tenían el propósito de narrar historias de divulgación científica.
“No teníamos experiencia para la producción documental. Con una entrega total y los sentidos bien alerta, nos trasladamos al área donde los investigadores cuidan de las tortugas marinas en espacios de recuperación, algunas de estas sin aleta, en proceso de recuperación; otras ya estaban aptas para volver al mar, lo que nos permitió documentar el momento de su liberación. En Baja California, a bordo de una panga, a mar abierto, los especialistas estudiaban la alimentación y heces de las ballenas; identificaban sus sonidos y cantos con instrumentos adecuados e imersos al agua, dado que las expresiones de las ballenas son diferentes entre sí. Nunca impusimos un criterio de lo que queríamos grabar, a nadie. Eso definió el estilo de la serie; con nuestras cámaras deseábamos ver a los investigadores libres y en acción. Resultó una especie de reality de los investigadores en acción. Así surgieron todas las historias”.
La apertura y respeto por recabar las voces de la comunidad, tanto de investigadores como de los pobladores de la región, expandió la narrativa de una serie que contiene un gran peso emotivo.
“Conocimos y registramos a una investigadora apasionada por la ballena azul (Diane Gendron del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas CICIMAR IPN), en su afán por protegerla y transmitir a los prestadores de servicios turísticos que debían difundir el máximo respeto hacia esta especie. Otra historia que deseo compartir es la de un investigador que confesó su hábito por consumir tortuga marina, desde niño, porque era parte de las tradiciones en Sinaloa, pero cuando vio a una tortuga viva por primera vez, reaccionó diciéndose a sí mismo que no volvería a comer ningún ejemplar. Entonces se volvió en su protector. Este salto de grabar de un laboratorio al campo, nos abrió la conciencia sobre el impacto social que tienen las investigaciones y la narrativa que cada una posee…”
Algunas historias que se retratan en la serie Expedicionarios, cuentan con anécdotas que los mismos investigadores no esperaban, lo que nos permite pensar en la vida intrínseca, intensa y tenaz, que un fenómeno es capaz de desatar.
“Con una pieza de divulgación, suele suceder que se documenta el proceso de intervención, por ejemplo: si una tortuga resultó lesionada en su aleta, a causa de una red. Pero no llegamos al desenlace de la historia. Esto que voy a narrar sucedió en el área de recuperación del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, CIIDIR Unidad Sinaloa. Después de tener en tratamiento de recuperación a una tortuga, entre ocho a nueve meses, los acompañamos al momento de liberación, con nuestras cámaras listas. Resulta que la tortuga, a la que bautizaron como Beto, no quería regresar al mar y volvía hacia los investigadores con los que estuvo conviviendo. Fue algo excepcional y verdaderamente emocionante. Nos hizo reflexionar sobre el impacto que deja esta labor de protección hacia las especies y toda la voluntad que se deposita en ella”.
En su labor permanente como divulgador de ciencia, tecnología y cultura ambiental, Ricardo Urbano sabe bien que no debe abusar de la información destinada para un espectador.
“Mi criterio considera la cantidad de información que poseo, por ejemplo: si es un sólo dato para un video, entre treinta segundos hasta un minuto será suficiente; si son testimoniales hasta tres minutos; si tengo demasiada información sobre un tema y puedo ilustrarlo a través de una o varias historias, lo llevo hasta un documental; si son varios temas relacionados, los divido en episodios vía una serie. Ahora bien, siempre es importante mostrar tu producto a alguien antes de publicarlo: estar atento y respetuoso de si mantuvo su atención, si lo entendió, si no sintió que faltara algo. Esta retroalimentación con el público es muy valiosa para generar un buen producto audiovisual».
La saturación de contenidos adquiere un rango particular ante la oferta que ahora llega a detonar la comunicación en la plataforma digital.
“Cuando un tema se vuelve viral, encontramos miles de productos que hablan de lo mismo, y caen un poco en el juego de la televisión, donde la información va delimitada; además, las versiones son diferentes y más que transmitir un tema claro y preciso, pueden llegar a confundir al público. Por otra parte, cuando vemos un video, las plataformas empiezan a saturarnos de contenidos similares, enrutando nuestro perfil hacia ciertos temas. La saturación de contenidos no informa, confunde y limita”.
Durante el 2020, Ricardo Urbano diseño la página web de Radio IPN, gestionó sus redes sociales, lo que redundó en el crecimiento de este medio. Actualmente colabora en la Coordinación de Imagen Institucional del IPN, en la producción gráfica de la Gaceta Politécnica, el diseño de materiales institucionales y la producción de videos. Dada esta experiencia, nos comparte los matices que aprecia entre los formatos audiovisuales, tipo televisión, y la radio.
“La radio también trasmite emociones, pero el reto es mucho mayor, porque la información sólo es percibida por los oídos; en un audiovisual vemos y escuchamos, es decir, usamos dos sentidos. En ambos casos es muy fácil distraernos. Para la radio, la descripción de escenas debe ir a detalle, con una combinación perfecta entre música, efectos, ritmo, guion y la voz del locutor. Ahora los llamados podcasts han logrado un gran éxito, cuando conjugan de manera acertada estos elementos y su temática es de interés para la audiencia. La televisión requiere mayor atención, no puedes limitarte a escuchar o ver, ambos deben crear una simbiosis que permita la comprensión del mensaje; por supuesto, entra en juego el equilibrio para lograr una integración de todos los elementos en un producto”.
En cuanto a las plataformas digitales, también distingue diferencias a tomar en cuenta para la construcción de un producto con contenido de divulgación.
“Considero que la desventaja de la televisión contra las plataformas es el contenido bajo demanda; en la televisión no hay opción para elegir, está limitada, y va dirigida a todo tipo de público; se consume sin mayor esfuerzo. En las plataformas podemos encontrar lo que buscamos; por lo general, la audiencia que consume productos de las plataformas tiene una libertad de elección, un ejemplo: quien ame a las tortugas, seguro buscará videos afines; por otra parte, existe aquel sector que vio tu video por casualidad. Ante esta oferta ilimitada, la competencia es muy amplia, pero al mismo tiempo el público también lo es”.
Por fortuna las plataformas digitales han ampliado la posibilidad para apreciar producciones de divulgación científica.
“En el caso de Netflix, YouTube e Instagram, me permiten buscar contenidos de mi interés, además de que casi no transmiten comerciales o los puedes evitar. En lo personal, y cuando se trata de acudir a las fuentes, trato de ir a los canales oficiales o que estén respaldados por un medio o una institución acreditada. Ahora podemos encontrar desde videos muy cortos hasta documentales. Los videos breves o shorts de ciencia pueden dejarnos un dato, detonar nuestro interés y llevarnos a la búsqueda de un contenido más profundo. El documental me parece un formato más atractivo, completo, confiable, con un cuidado en el manejo de las imágenes y el tratamiento de una o varias historias potentes; además expone distintos ángulos de un tema, así como testimonios diversos; en el mejor de los casos, genera conciencia, polémica, enojo, es decir, un cúmulo de emociones”.
Volviendo a la serie Expedicionarios y como colofón, su equipo logró el pedestal en diversos premios.
“La califico como una gran experiencia, una satisfacción que me dio la oportunidad de mostrarle al IPN lo que somos capaces de hacer, después de habernos permitido el manejo de su investigación. Con Expedicionarios logramos reconocimiento en la Muestra Internacional de Imágenes Científicas, el Festival Internacional Cervantino, el Festival Pantalla de Cristal con tres nominaciones —Mejor Investigación, Mejor fotografía de naturaleza y Mejor producto de divulgación científica—, primer lugar en el Festival Internacional Incorto, además obtuvimos el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Divulgación Científica 2016”.
Concluyó este acercamiento al trabajo de Ricardo Urbano, con su mirada atenta del arte posmoderno y la arquitectura de Frank Lloyd Wright, con un autorretrato profesional que nos regala:
“Me apasiona la naturaleza, la ciencia, los medios de comunicación y el trabajo en equipo”.
Súmate a la aventura de Expedicionarios de Ricardo Urbano, este es el mapa:
Mérida, Yucatán.- Un total de 15 familias viven en la calle debido a que fueron desalojados y sus casas destruidas en la colonia San Idelfonso ubicada al poniente de la ciudad de Mérida, Yucatán víctimas de la mafia agraria e inmobiliaria que impera en el estado yucateco.
Los afectados explicaron que perdieron el patrimonio que por años construyeron, mediante un despojo y destrucción de viviendas que pasó por alto procesos judiciales y derechos humanos.
Fue alrededor de las 6:00 del lunes 16 de octubre del año en curso que el actuario Edgar Jesús Castillo Valencia llegó en compañía de más de 100 efectivos y una máquina retroexcavadora a la parcela ejidal 1247 de la referida colonia, para desalojar a la fuerza a hombres, mujeres y niños que llevan más de 10 años viviendo en dicho lugar.
Los afectados señalaron que son 15 familias que a través de una venta del terreno, por parte del comisariado ejidal de Chuburná, cuentan con la posesión legal y pacífica de sus predios, según consta en un acta del 30 de marzo de 1982, mediante la cual el ejidatario Alberto Pool Chuc vendió un terreno de 100 por 100 metros a Tito Ángel Sierra Ac y José Gualberto Sierra.
Comentaron que desde entonces, los habitantes de dicha zona hicieron pozos para sacar agua, lotificaron, abrieron calles, limpiaron terrenos y consiguieron el suministro de servicios como electricidad, agua e internet.
Agregaron que desde 1988, los compradores intentaron regularizar las tierras ante la Procuraduría Agraria, pero el entonces comisario ejidal se negó a ayudarlos, situación que ha permanecido hasta la actualidad, con el comisario Baltazar de los Reyes Ramos, quien en lugar de ofrecer apoyo, los ha presionado para que abandonen la zona.
Informaron que recibieron una notificación de desalojo, promovida por Fued Omar Melayes López, quien a través de un proceso judicial los amenazó con despojarlos de sus pertenencias si no se salían del lugar.
Sin embargo, detallaron que con base en la posesión legítima de las tierras de 1982 y la antigüedad de sus viviendas, las cuales contaban con cimientos, pisos, paredes y techos firmes, respondieron que no desalojarían el lugar.
Los vecinos del lugar dijeron que desde entonces comenzó el asedio por parte de Castillo Valencia, quien cada mes acudía al lugar a amenazarlos con sacarlos a la fuerza, si no accedían a retirarse del terreno de forma pacífica.
Por esta razón, el pasado 8 de agosto de 2023, Tito Sierra Ac, José Gualberto Sierra Balam, María Aké Kantún,Amando Euán Canché, Eliza Euan López, Manuel Medina Loría, María Sierra Balam, Olga María Sierra Balam, Francisco Cua Chan, Jazmín Espinosa Mosqueda, Luciere Romero Yam, Wilberth Alberto Balam Baas, Carlos Yam Rodríguez, María Ku Cauich y Yahaira Be Ku, promovieron una demanda de amparo ante el Juzgado Cuarto de Distrito, para evitar el desalojo y conseguir la titularidad de propiedad de las tierras.
La demanda promovida quedó asentada en el expediente 1223/2023, cuyo seguimiento para la presentación de pruebas y testimonios quedó programada para el próximo 23 de noviembre.
El desalojo
Promovido y utilizando la fuerza pública a su favor, la otra parte llegó el pasado lunes 16 de octubre del año en curso a despertar a las 15 familias con una desmedida presencia policiaca, cuyos elementos les dieron solamente una hora para sacar sus pertenencias y abandonar el lugar.
En el operativo, también detuvieron a cinco personas, cuatro hombres y una mujer, a quienes se llevaron a la cárcel pública por 36 horas, por pedir que se les enseñe una orden de desalojo que nunca fue presentada.
Sin ningún aviso previo, 15 viviendas, entre ellas una de dos pisos, fueron destruidas con ayuda de la maquinaria. Al día de hoy, en el lugar donde vivían solo yacen escombros y frente a sus casas, gracias a la ayuda de los vecinos, pertenencias como refrigeradores, cajoneras, lavadoras y hasta material de construcción, quedaron prácticamente en la calle.
L.os afectados exigieron justicia por la destrucción de su patrimonio, el cual debido al conflicto agrario, estaba construido en un predio que no le pertenece a uno ni al otro legalmente.
Mientras tanto, las 15 familias se encuentran en la calle, viviendo en los espacios que sus vecinos les brindan, durmiendo en el suelo con cobertores y almohadas.
En el lugar de los hechos, exigieron la intervención de las autoridades estatales para brindarles un refugio temporal, la solución a su problema y la reconstrucción de sus viviendas.
También advirtieron que acudirán ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codhey), a denunciar las violaciones por parte de la Policía Estatal de Yucatán y el DIF (cuyo personal amenazó con llevarse a los niños).
Ante la falta de solución a este conflicto los afectados solicitaron la intervención del presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador y de la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
La inauguración será el jueves 26 de octubre a las 19:00 horas en el Museo José Luis Cuevas (Academia #13, Centro Histórico de la Ciudad de México). Esa noche habrá un concierto a cargo de Roberto Aymes y su trío. La obra podrá visitarse en este recinto hasta el 5 de noviembre del 2023.
Fotos: Galería arte Contemporáneo SMA
por Elí Santos
Cuidad de México.- El Museo José Luis Cuevas, la Galería Arte Contemporáneo SMA y el Club Rotario Campos Elíseos invitan a esta muestra “De mujeres y otros relatos fantásticos” en la que participan 19 reconocidos artistas del arte contemporáneo en México y que será inaugurada el próximo jueves 26 de octubre a las 19 horas en el Museo Cuevas ubicado en la calle de Academia 13 en el centro histórico, corazón de la ciudad de México.
En la muestra veremos obra de Eduardo Beristáin, Jordi Boldó, Alberto Castro Leñero, Alonso Chimal, EH?¿, José García Ocejo, Manuela Generali, Claudia Huizar, Luis Granda, Magali Lara, Lifer, Rubén Maya, Flor Minor, Héctor Ornelas, Marisela Peguero, Nunik Sauret, Luciano Spanó, Esmeralda Torres y Theriuss Allan Zaragoza, todos creadores de primera línea que han destacado por sus propuestas estéticas desde los años 60 hasta la actualidad en el arte contemporáneo de México. La noche de la inauguración se contará con un concierto a cargo del jazzista Roberto Aymes y su trío.
Las obras son una mirada abierta y multidisciplinaria sobre el tema de la mujer y otros corpus -realistas, místicos, míticos- partiendo, en ocasiones, de la filosofía, la literatura o la vasta historia del arte, y forman parte sustantiva del acervo de la Galería Arte Contemporáneo SMA (San Miguel de Allende). Los relatos de los artistas permiten entrecruzar la figura femenina con una narrativa fantástica. De ahí que la muestra lleva a un primer plano a las mujeres como motivos de belleza, de fortaleza, de transgresión, pero también como fuente directa de relatos fantásticos.
Alberto Castro Leñero, óleo sobre tela
La muestra es también una ocasión para que la filantropía y el arte se una con un grupo de artistas representados por esta Galería, que han decidido donar una de sus obras para contribuir a la campaña de recaudación 2023-2024 del Club Rotario Campos Elíseos-México; recursos que servirán para continuar con los programas de trabajo que este Club realiza con comunidades vulnerables.
En el catálogo de presentación Héctor Gómez, director general de la Galería Arte Contemporáneo SMA, advierte sobre esta exposición: «“De mujeres y otros relatos fantásticos” es el resultado del gusto por el arte visual y de todas sus disciplinas, de sus creadores, sus simbolismos, propuestas, formatos, tamaños, el olor del óleo, de los procesos de modelado y fundición y no menos importante, del interés por conformar un acervo artístico que se distingue por un sentido profundo en sus contenidos y evidenciara las identidades propias de cada artista. A través de varios lustros se fueron incorporando obras modernas y contemporáneas mediante adquisiciones y encargos -entendidas como producciones de la galería con los artistas- en las que podemos apreciar un culto a la creación del arte y su estrecha relación con el conocimiento, la reflexión y el oficio (…) no son trabajos anecdóticos o catárticos sino grandes composiciones de artistas nacionales y extranjeros que viven y trabajan en nuestro país».
Este galerista coincide con lo que el historiador de arte Víctor Stoichita afirma en su libro Cómo saborear un cuadro: el placer de una obra aumenta con el conocimiento del contexto de su creación. Y retoma las palabras del escritor y coleccionista de arte Javier Lumbreras en que la cuestión de coleccionar arte “va más allá de un asunto de dinero, es una combinación entre saber y pasión”.
En su texto añade «La intención de mostrar una parte sustantiva del acervo de la Galería Arte Contemporáneo SMA, a través de la exposición “De mujeres y otros relatos fantásticos” se trata, por principio, de una invitación al público a que mire detenidamente las obras expuestas que muchas de ellas, a pesar de su calidad, no son tan conocidas (…) las diversas salas del Museo José Luis Cuevas, ubicado en el centro histórico de la ciudad de México en lo que fue parte del Convento de Santa Inés, nos brinda la posibilidad de descorrer las relaciones entre las miradas abiertas y multidisciplinarias sobre el tema de la mujer con otros contenidos adaptados -realistas, místicos, míticos- a partir de la filosofía, la literatura, la historia del arte, de expresiones culturales, de gustos personales, de entornos sociales, entre otros, gracias al trabajo artístico de diecinueve artistas». Y cita al ensayista alemán Walter Benjamín “La fascinación más profunda del coleccionista consiste en encerrar el objeto individual en un círculo mágico. congelándose éste mientras le atraviesa un último escalofrío (el escalofrío de ser adquirido)”.
Manuela Generali, Galería III óleo sobre tela
Por su parte Rafael Antonio Castro Hernández, Presidente en turno del Club Rotario Campos Elíseos destaca el eslogan actual de la comunidad rotaria en el mundo “Crea esperanza para el mundo” para referirse a esta exposición. De esta manera, agrega, Rotary está contribuyendo a crear ese sentido de esperanza que tanto se necesita para el mundo, con las Bellas Artes. “En cualquiera que sea su expresión, en el arte, siempre habremos de encontrar un trasfondo de conocimiento, de reflexión, de diálogo, de diferencias, pero también de coincidencias. Confiamos en que las obras de la muestra “De mujeres y otros relatos fantásticos” muevan el sentido filantrópico que todos llevamos dentro, que las aceptemos como pruebas y testimonios del hombre por crear y vivir en un mundo con esperanza».
En su texto de presentación apunta que “De mujeres y otros relatos fantásticos” es una oportunidad en la que la filantropía y el arte plástico se vuelven a reunir, ahora en el marco del Museo José Luis Cuevas, con la generosidad de un grupo de artistas que representa la Galería Arte Contemporáneo SMA y la donación de una de sus obras para contribuir a la campaña de recaudación 2023-2024 del Club Rotario Campos Elíseos-México. «Recursos que servirán para dar continuidad a los programas de trabajo en los que nuestro club rotario ha venido trabajando y ayudando a la comunidad en situación vulnerable».
En el catálogo el crítico Erik Castillo, destaca al corpus (cuerpo) como hilo conductor de la muestra “El sentido global del imaginario visible en la colección de arte que se presenta tiene que ver, precisamente, con el cuerpo, la corporeidad, en tanto sistema complejo con funcionamiento orgánico. El “corazón” de la propuesta expositiva consiste, por lo demás, en una proposición plural de relatos comunicantes a propósito de la identidad del cuerpo (…) ninguno tiene primacía sobre el resto: la curaduría ofrece una constelación creativa horizontal».
EH Lazarus -Black Staqr, de la serie Sacudida violenta del alma, óleo sobre tela
Por su parte, la crítica de arte, Sylvia Navarrete advierte «Los títulos de las exposiciones no son inocentes. “De mujeres y otros relatos fantásticos”, el que eligió la Galería de Arte Contemporáneo de San Miguel de Allende para su presentación en el Museo José Luis Cuevas, amalgama dos registros: el del habla cotidiana que enfatiza el asombro ante lo descomunal, y un uso más especializado del léxico que vincula lo fantástico a un modo de expresión en la literatura y en las artes (…) Mediante la selección de 19 artistas de trayectoria variable ofrece un repertorio ecléctico de la gama de opciones que ha adoptado la plástica mexicana apegada a códigos tradicionales durante las décadas más recientes. Esta exposición nos recuerda que toda colección es un organismo vivo».
El catálogo preparado para “De mujeres y otros relatos fantásticos” cuenta también con textos Carlos Blas Galindo, Arturo Joel Padilla y Gabriel Santander en el que aportan sus ideas, conocimientos, reflexiones, y conceptos en torno a esta exposición que se inaugura jueves 26 de octubre a las 19 horas en el Museo José Luis Cuevas, y que podrá visitarse hasta el 5 de noviembre del 2023 en Academia número 13 en el centro histórico de la CDMX.