Antonio López

San Salvador Huixcolotla, Pue.- La mesa directiva de la Central de Abasto de Huixcolotla sigue con sus viejas prácticas de egoísmo, ahora prohibieron a los bodegueros el ingreso de productos procedentes de la Nueva Central de Abasto de Cuapiaxtla de Madero.

Varios bodegueros denunciaron que son intimidados con las reglas de la Central de Abasto de Huixcolotla, luego de que los afectados señalan que aparte de multas que van desde 50 mil hasta 100 mil pesos, ahora también el que viole las reglas de la mesa directiva puede perder su bodega.

Un bodeguero del área de jitomates informó que ahora las entradas y salidas de la Central de Abastos de Huixcolotla son vigiladas por personal asignado por la mesa directiva para revisar a las unidades que entran con productos como son cebollas, jitomate, tomate otras legumbres y hortalizas y exigen al bodeguero que compro que presente sus escrituras y éstos al no contar con ellas son amenazados que si siguen comprado en la Nueva Central de Abastos de Cuapiaxtla de Madero les va quitar sus bodegas.

Los entrevistados indicaron que la mesa directiva de la Central de Abasto de Huixcolotla ha puesto reglamentos internos, como el que ahora ponen en las puertas personas para vigilar que no entren productos de la otra central que se encuentra en el municipio de Cuapiaxtla de Madero, la cual abrió sus puertas a los campesinos para que puedan vender sus productos libremente.

Sin embargo, algunos bodegueros de la Central de Abasto de Huixcolotla denuncian que la mesa directiva de ésta no los dejan que ingresen a las instalaciones a descargar, prohíben y multan a quien lo haga.

Agregaron que a esto se suma el hecho de los ejidatarios de Huixcolotla, quienes donaron sus terrenos a cambio de que les iban a dar bodegas no les respetaron ese acuerdo, es por eso que en dicha central quien compra una bodega no tiene una acreditación legal ante una autoridad que respalde al comprador por eso es que con esa facilidad los pueden correr a la hora que ellos quieran y así los someten a sus reglas de intereses personales comentaron los entrevistados, quienes por temor a represarias solicitaron que no se diera a conocer sus nombres.